
Hoy es el dia de la Mujer.
Leía esta mañana
una nota de un entusiasta admirador de las mujeres, del que soy entusiasta y admiradora. En su casa, como en la mía, casi todos los días eran el dia de la mujer. Su mamá, como la mía, era pionera, generosa e incansable.
Nosotros somos cinco hermanas criadas por una madre que quería mucho que fueramos buenas hermanas y mujeres cultas. La recuerdo contándonos de los flacos de Modigliani y las gordas de Rubens mientras escurría el trapo y repasaba la mesa. Con pelo gris y despues blanco, detras del volante esperando. Afuera del colegio, afuera del albergue de la juventud en Praga y afuera del cementerio de San Nicolas. A veces practicando con un cassette de aleman, a veces aprendiendo óperas. Siempre leyendo. Siempre esperando.
Mi mamá vive ahora en un lugar al que es difícil llegar. Hace poco me dijo que cuando yo nací en Dublin, a ella le gustaba imaginarse Molly Bloom. Y yo, que nunca leí James Joyce ni soy culta como ella hubiera querido, la entendí.
"...I was a Flower of the mountain yes when I put the rose in my hair like the Andalusian girls used or shall I wear a red yes and how he kissed me under the Moorish wall and I thought well as well him as another and then I asked him with my eyes to ask again yes and then he asked me would I yes to say yes my mountain flower and first I put my arms around him yes and drew him down to me so he could feel my breasts all perfume yes and his heart was going like mad and yes I said yes I will Yes...."